EL ASESINO DE LA CONFIANZA
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La confianza no se compra con salario. Se construye con congruencia entre lo que dices y haces.
Hoy la lealtad no se pierde por falta de pago, sino por incongruencia.
Cuando un jefe dice una cosa y hace otra, la gente deja confiar.
Y no se van de un día para otro…
P
rimero se desconectan.
Empiezan a hacer solo lo necesario.
Y mientras sonríen, ya están planeando su salida.
El problema no es solo que desaparezca la lealtad.
La lealtad, por naturaleza, es frágil.
Lo que realmente se rompe son las promesas.
La consistencia es más fuerte.
La consistencia genera confianza.
Y la confianza se siente.
No se reconstruye con discursos, valores en la pared o frases inspiradoras.
Se reconstruye con ejemplo constante.
Cuando tu equipo te ve actuar con coherencia, empieza a reflejar esa misma coherencia.
Porque la consistencia es el oxígeno de la confianza.