LA CONSTITUCIÓN FAMILIAR
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75% de las empresas familiares saben que necesitan una Constitución familiar, pero solo 30% la tiene.
¿El resultado?
Las decisiones se vuelven personales.
Y cuando las decisiones se vuelven personales, vienen los conflictos.
Una Constitución familiar no es un lujo. Tampoco es complicada.
Es una herramienta que protege tanto a la empresa como a la familia y maximiza su probabilidad de perdurar.
Aquí te dejo tres elementos esenciales que debería tener:
1.- El Propósito: ¿Para qué existe la empresa? ¿Cuál es su sentido más allá del dinero?
2.- Reglas claras: ¿Quién puede participar? ¿Cómo se le paga? ¿Cuándo puede entrar o no?
3.- Procesos de toma de decisiones: ¿Quién, cuándo, cómo y dónde se toman las decisiones?
4.- Política de dividendos: ¿Cuándo se reparte? ¿Cuánto se reparte? ¿Y cuánto se reinvierte?
Cuando todo eso está definido desde antes, se evitan los conflictos después.
Como dice el dicho: “Reglas claras conservan amistades.”
Si quieres que facilite la elaboración de tu Constitución familiar, escribeme por el formulario de contacto. Yo personalmente me comunico contigo.